domingo, 3 de abril de 2016

hola

ejemplo blogger

Solo


Desde el tiempo de mi niñez, no he sido 
como otros eran, no he visto 
como otros veían, no pude sacar 
mis pasiones desde una común primavera. 
De la misma fuente no he tomado 
mi pena; no se despertaría 
mi corazón a la alegría con el mismo tono; 
y todo lo que quise, lo quise solo. 
Entonces -en mi niñez- en el amanecer 
de una muy tempestuosa vida, se sacó 
desde cada profundidad de lo bueno y lo malo 
el misterio que todavía me ata: 
desde el torrente o la fuente, 
desde el rojo peñasco de la montaña, 
desde el sol que alrededor de mí giraba 
en su otoño teñido de oro, 
desde el rayo en el cielo 
que pasaba junto a mí volando, 
desde el trueno y la tormenta, 
y la nube que tomó la forma 
(cuando el resto del cielo era azul) 
de un demonio ante mi vista. 

¿Deseas que te amen?



¿Deseas que te amen? No pierdas, pues, 
El rumbo de tu corazón. 
Sólo aquello que eres has de ser 
Y aquello que no eres, no. 
Así, en el mundo, tu modo sutil, 
Tu gracia, tu bellísimo ser, 
Serán objeto de elogio sin fin 
Y el amor... un sencillo debe

La durmiente

A medianoche, en el mes de junio, 
permanezco de pie bajo la mística luna. 
Un vapor de opio, como de rocío, tenue, 
se desprende de su dorado halo, 
y, lentamente manando, gota a gota, 
sobre la cima de la tranquila montaña, 
se desliza soñolienta y musicalmente 
hasta el universal valle. 
El romero cabecea sobre la tumba; 
la lila se inclina sobre la ola; 
abrazando la niebla en su pecho 
las ruinas se van a dormir. 
Parecido a Leteo, ¡mira!, el lago 
parece que se entrega a un sueño consciente 
y no despertaría por nada del mundo. 
¡Toda la belleza duerme! Y ¡mira dónde reposa 
Irene, con sus destinos!